Con la bajada de temperaturas y la desaparición de las últimas moscas, llegan las primeras castraciones, una de las cirugías más comunes de esta época.

¿PORQUE SE CASTRAN LOS CABALLOS?

El primer motivo fundamental es para facilitar el manejo, bien porque tiene un temperamento o carácter que nos hace difícil su monta, o porque queremos soltarlo a un prado y poder juntarlo con otros macho o hembras… en definitiva para que pueda tener contacto con otros de su especie,  porque en las condiciones de manejo que tenemos, los caballos enteros tienen que estar aislados.

 La castración es una de las cirugías más comunes de los caballos. Éstos pueden ser castrados a cualquier edad pero lo más habitual es hacerlo entre los 12 y los 18 meses de edad. Esta operación puede realizarse como cirugía de campo, siempre y cuando ambos testículos hayan descendido. Si uno de los dos testículos no está presente en la bolsa escrotal, nos encontramos ante un caballo criptórquido el cual es necesario someter a anestesia general en un hospital para poder extraer dicho testículo que puede encontrarse en el abdomen, o bien en el trayecto inguinal.

 La cirugía se realiza en estación y el éxito de la misma reside en tener una buena contención del animal, una buena sedación y anestesia local en la zona testicular, control de la hemorragia, y un buen post-operatorio que será realizado por el propietario del animal.

 La castración suele realizarse con un instrumento denominado emasculador, cuya función es la de aplastar o prensar el cordón espermático para controlar la hemorragia y cortar por debajo de esta zona el resto del área.

 Hay dos técnicas de castración la técnica abierta y la cerrada, la diferencia entre ambas reside en la túnica albugínea o vaginal (que es un tejido conjuntivo blanco, denso y elástico que envuelve al testículo y al epidídimo). En la técnica abierta, esta túnica se abre dejando verse con claridad el cordón espermático, el testículo y el epidídimo, para poder emascular y cortar el cordón espermático. Ambas tienes posibles efectos adversos, en la primera aumenta el riesgo  de infección del cordón postoperatoriamente. En la cerrada se cierra con sutura por lo que es posible la infección de la incisión quirúrgica e hidrocele.

 

 

 

LA CIRUGÍA

Como hemos comentado previamente la operación se realiza en estación bajo sedación del animal. Una vez que está perfectamente bien sedado se procede limpiar de forma quirúrgica la zona escrotal y a colocar anestesia local en la zona testicular, el cordón espermático y en la piel del escroto donde vamos a realizar la incisión.

La técnica que suele utilizarse es una técnica abierta, porque favorece el drenaje y hay menos posibilidades de hemorragia sobre todo con cordones testiculares muy grandes

 

 

Una vez anestesiados ambos testículos se sujeta con una mano el testículo empujándolo hacia la bolsa escrotal y se realiza un corte con bisturí paralelo al rafe medio del escroto. Se realiza incisión a lo largo de la dermis, dartos y túnica albugínea de polo a polo, hasta que se exterioriza el testículo una vez exteriorizado perforamos el mesorquium para separar cordón testicular y conducto deferente y se emascula por separado. Se elimina el resto de túnica vaginal que pueda quedar para evitar infecciones y se dejan las incisiones abiertas para favorecer el drenaje!

 Los cuidados post cirugía son muy importantes y más si se dejan las incisiones abiertas para que curen por sí solas. Los dos primeros días es importante que el caballo se mantenga tranquilo para evitar así complicaciones, después de este tiempo es importante que se mueva (paseos de la mano) para evitar inflamaciones y favorecer el drenaje de líquidos. Es normal que se inflame la zona es los días posteriores incluyendo el prepucio. También son convenientes las duchas de agua fría para favorecer que la zona no se inflame de manera excesiva. Es importante que las incisiones no se cierren antes de tiempo para favorecer el drenaje de las mismas y evitar así una inflamación mayor y una posible infección. Ayudados de las duchas, favorecemos evitar dicha inflamación y mantener las incisiones limpias así como abiertas, si éstas se cerraran sería conveniente abrirlas simplemente metiendo un dedo enguantado y previamente untado en betadine.

 

COMPLICACIONES DE LA CASTRACION

Las complicaciones más frecuentes y menos leves de una castración son la inflamación de la zona escrotal y prepucio y el sangrado post-operatorio, es normal una cantidad pequeña de sangre ocasional saliendo de las incisiones pero un flujo de sangre es demasiado.

Otra posible complicación algo más grave que lo anterior sería una infección. La zona debe cicatrizar de dentro afuera y para ello las incisiones deben estar abiertas favoreciendo así el drenaje. Si la piel cura primero el suero y la sangre pueden acumularse produciendo un medio de cultivo idóneo para las infecciones pudiendo llegar a cordón espermático obligando a tener que realizarse una nueva cirugía.

Y la complicación más grave es la eventración. Esto es cuando un segmento de intestino pequeño viaja desde el abdomen hacia abajo a través del canal inguinal (una pequeña abertura que conecta el abdomen hasta el escroto). En un macho no castrado esto sería una hernia escrotal. En un macho castrado si esto ocurre deja la posibilidad de que este segmento migre y se asome por las incisiones, es una complicación muy grave por la que debería llamar de inmediato a su veterinario.

 

 

 

 

 

 

 

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